Reloj Caballero ∙ Automático ∙ Blanco ∙ Acero inoxidable 316L
Número de referencia: C029.430.16.011.00Tienda Oficial
Envío Gratuito
Devoluciones Gratuitas
Pago Seguro
Swiss made
El acero 316L, que Certina utiliza tanto para las cajas, las correas y los cierres, es muy resistente, higiénico e inoxidable. Contiene un porcentaje muy bajo de níquel que no entra en contacto con la piel al llevarlo y, por tanto, no provoca reacciones alérgicas.
El cristal de zafiro para relojes está compuesto de polvo de óxido de aluminio (Al2O3) calentado a más de 2000 °C. El lingote de zafiro que se obtiene se corta con la máxima precisión en finas láminas, a las que se da forma y se pulen. El zafiro es muy resistente a las rayaduras, no es frágil frente a los golpes y aporta una gran transparencia. Por este motivo, el cristal de zafiro constituye un elemento esencial del Concepto DS y, por ello, Certina lo utiliza en todos sus modelos para proteger la esfera.
El acero 316L, que Certina utiliza tanto para las cajas, las correas y los cierres, es muy resistente, higiénico e inoxidable. Contiene un porcentaje muy bajo de níquel que no entra en contacto con la piel al llevarlo y, por tanto, no provoca reacciones alérgicas.
El cristal de zafiro para relojes está compuesto de polvo de óxido de aluminio (Al2O3) calentado a más de 2000 °C. El lingote de zafiro que se obtiene se corta con la máxima precisión en finas láminas, a las que se da forma y se pulen. El zafiro es muy resistente a las rayaduras, no es frágil frente a los golpes y aporta una gran transparencia. Por este motivo, el cristal de zafiro constituye un elemento esencial del Concepto DS y, por ello, Certina lo utiliza en todos sus modelos para proteger la esfera.
Las agujas azules han sido un elemento de estilo clásico en la relojería durante siglos. Su tono luminoso, que contrasta especialmente bien con las esferas claras, confiere a cada reloj un toque de elegancia, al tiempo que aúna una larga tradición.
Las agujas azules han sido un elemento de estilo clásico en la relojería durante siglos. Su tono luminoso, que contrasta especialmente bien con las esferas claras, confiere a cada reloj un toque de elegancia, al tiempo que aúna una larga tradición.